Germán García Álvarez estaba afiliado a la UGT y había participado en la Revolución de 1934. También había desempeñado cargos relevantes dentro de la junta vecinal de Camplongo. Con el inicio de la Guerra Civil se enroló como miliciano en la retaguardia republicana. Tras la caída del Frente Norte asturleonés fue sometido a un juicio sumarísimo y condenado a veinte años y un día de prisión. Estuvo internado en 1938 en la Prisión Provincial de León y la Prisión Militar de San Marcos, donde permaneció encarcelado hasta el 20 de septiembre. Dicho año fue trasladado a la Prisión Central de Astorga. 

También  fue sometido a un expediente de responsabilidades civiles que empezó a tramitarse el 2 de octubre de 1937 por la Comisión Provincial de Incautación de Bienes de León. Dicho procedimiento quedó inconcluso. Con la promulgación de la Ley de Responsabilidades Políticas de 1939 fue retomado por el Tribunal Regional de Responsabilidades Políticas de Valladolid, pero también quedó inconcluso.