Cristóbal Álvarez Fernández es descrito como una personas de "buena conducta moral". En ningún documento se ha localizado su posible filiación política. Cuando se proudjo la sublevación militar, permaneció en su localidad de residencia hasta el día 8 de agosto de 1936, momento en el que se pasó a la retaguardia republicana en compañía de otros mineros. Tras la caída del Frente Norte astur-leonés fue detenido y condenado en un juicio sumarísimo, siendo condenado a treinta años y un día de prisión.  En el año 1943 su condena fue conmutada por la de ocho años y un día en prisión. Pasó por el campo de concentración de San Marcos, la Prisión Provincial de León y la Prisión Central de Astorga.

Posteriormente,  fue sometido a un expediente de responsabilidades civiles incoado  el 14 de octubre de 1938 por la Comisión Provincial de Incautación de Bienes de León. El expediente quedó inconcluso. En 1939 pasó a la jurisdicción de responsabilidades políticas tras la promulgación de la Ley de ese mismo año. Nuevamente, quedó sin acciones y, finalmente, fue sobreseído debido al retraso en la tramitación y a la entrada en vigor de la Reforma de la Ley de Responsabilidades Políticas de 1942.