Isaac Arias Fernández se encontraba en la localidad de Villablino cuando se produjo la sublevación militar. Allí permaneció hasta el día 6 de agosto de 1936, momento en el que se pasó a la retaguardia republicana, donde prestó sus servicios como escribano para el Consejo Interprovincial de Asturias y León. Tras la caída del Frente Norte astur-leonés fue detenido y sometido a un juicio sumarísimo. Sin embargo, quedó exento de cualquier sanción porque tan solo contaba con 17 años en ese momento. Probablemente, mientras se dirimía su causa estuvo preso en el campo de concentración de San Marcos, al igual que el resto de encausados en su procedimiento.