Manuel Girón Bazán fue un guerrillero leonés que fundó una organización de lucha antifranquista que resistió desde que estalló la Guerra Civil hasta el 2 de mayo de 1951, cuando fue asesinado en los montes de Molinaseca. Manuel Girón, por su significación política ugetista y por su capacidad de resistencia activa -algo que pronto le convirtió en un referente para sus compañeros y para muchos locales, fueran o no enlaces de apoyo de la guerrilla- llegó a ser uno de los individuos más perseguidos por la dictadura. Junto a sus compañeros estuvo desarrollando sus actuaciones en las fronteras entre Asturias, Galicia y León.

Este guerrillero tomó protagonismo durante todas las etapas de resistencia armada contra el franquismo. Era un jornalero de Salas de los Barrios que huyó al monte en un contexto de extrema violencia asociado a la Guerra Civil y al rápido dominio de las fuerzas sublevadas de las principalidades localidades de León.

Al comienzo de la guerra se echó al monte junto a su hermano José. Tras varios meses buscando refiguo, decidieron enrolarse en el ejército leal a la II República en Asturias. Al caer el Frente Norte en octubre de 1937 volvió al monte y se incorporó al grupo de fuxidos de Os Boleses, que estaba asentado en los valles de Casaio (Ourense). Estos individuos fueron gradualmente ocupando otros refugios de la zona, colonizando lugares agrestes y extremadamente inaccesables, favoreciendo así el nacimiento orgánico de la "Ciudad de la Selva", que acabaría por convertirse en un espacio de tránsito y de residencia de numerosos grupos de guerrilleros. El proyecto de investigación desarollado por el Instituto de Ciencias del Patrimonio Sputnik Labrego ha estudiado la materialidad arqueológica de este centro operativo de importancia crucial en el noroeste español entre las décadas de 1930 y 1950.

Así las cosas, Manuel Girón llegó a comandar una Dirección Ambulante de la guerrilla junto a Marcelino Fernández Villanueva, el Gafas. Con esta metodología se logró coordinar a decenas de grupos distribuidos por los montes leoneses de La Cabrera y del Bierzo, así como por Asturias, Galicia y el norte de Zamora.

Con el paso de los años, estos guerrilleros acabaron constituyendo la primera organización armada de posguerra: la Federación de Guerrillas de León - Galicia. Ello se produjo en torno a 24 resistentes, siendo uno de ellos el propio Manuel. Se reunieron en los montes de Ferradillo, cerca de Ponferrada, el 24 de abril de 1942. Desde entonces y hasta su muerte Manuel y sus compañeros dedicaron sus esfuerzos a practicar una política de no rendición y de resistencia activa contra el franquismo, incluso si ello implicaba la detención o muerte de cualquiera de ellos. Debe tenerse en consideración el contexto internacional del momento, que estaba sellado por el desarrollo de la Segunda Guerra Mundial y posterior Guerra Fría. A nivel interior, en cambio, España se encontraba inmersa en un marco de autarquía, hambruna, dura represión y carestía generalizada.

Manuel Girón acabó constituyendo el arquetipo de guerrillero en el noroeste español. Durante años logró zafarse de redadas, enfrentamientos directos con las autoridades y otros conflictos acaecidos dentro y fuera de su organización de resistencia.

Fue asesinado en una cueva en la zona de Puentes de Malpaso (Molinaseca) a manos de José Rodríguez Cañueto, quien traicionó al grupo a cambio de una recompensa ofrecida por la Guardia Civil. Así lo recuerda uno de sus compañeros, Francisco Martínez López, el Quico, quien decidió redactar las memorias de aquellos años de lucha directa contra la dictadura franquista. 

Sus restos óseos fueron situados en una fosa común. Más adelante, hacia finales de los setenta, fueron recuperados clandestinamente y pasaron varios años escondidos en una bodega. Desde 1997 yacen en el cementerio de Montearenas (Ponferrada).