La militancia de Amancio Bardón Álvarez no está clara, ya que en unas fuentes se indica que militaba en la CNT y en otras que lo hacía en la UGT. Cuando la tropas sublevadas entraron en Villablino el 6 de agosto de 1936, se desplazó a Villar de Vilda donde se enroló como fusilero en el Batallón 242. Tras la caída del Frente Norte astur-leonés, se entregó a las nuevas auotidades el 25 de octubre de 1937. Fue sometido a un juicio sumarísimo y condenado a doce años y un día de prisión acusado de haber cometido un delito de auxilio a la rebelión. Pasó por el campo de concentración de San Marcos, por el Destacamento Penal de Fabero y por la Prisión de Partido de Valencia de Don Juan. Obtuvo la libertad condicional en 1945.

El 14 de octubre de 1938 la Comisión Provincial de Incautación de Bienes de León incoó contra él un expediente de responsabilidades civiles que quedó inconcluso por la entrada en vigor de la Ley de Responsabilidades Políticas de 1939. Esto permitió que el procedimiento fuera retomado por el Tribunal Regional de Responsabilidades Políticas de Valladolid que terminó decretando el sobresimiento del procedimiento.