Manuel Bugallo Lores estaba afiliado a la UGT. En el momento en el que las fuerzas sublevadas entraron en Villaseca de Laciana se pasó a  la retaguardia republicana, en la que prestó sus servicios como zapatero del Batallón 242. Tras la caida del Frente Norte astur-leonés, se entregó a las fuerzas sublevadas el 30 de octubre de 1937 en Porqueriza (Villafranca del Bierzo). Fue sometido a un juicio sumarísimo acusado de un delito de auxilio a la rebelión y condenado a doce años y un día de prisión. Cumplió condena en la Prisión de Partido de Valencia de Don Juan tras pasar por el campo de concentración de San Marcos.  En 1941 se le rebajó la condena a ocho años y un día de prisión y en 1945 obtuvo la libertad condicional.

El 14 de octubre de 1938 la Comisión Provincial de Incautación de Bienes de León incoó contra él un expediente de responsabilidades civiles que quedó inconcluso por la entrada en vigor de la Ley de Responsabilidades Políticas de 1939. Esto permitió que el procedimiento fuera retomado por el Tribunal Regional de Responsabilidades Políticas de Valladolid que terminó decretando el sobresimiento del procedimiento.