Laurentino Aller Álvarez no parecía estar afiliado a ningún partido político o sindicato de izquierdas. Se encontraba en Sariegos en el momento en el que se produjo la sublevación militar. Allí permaneció hasta el 7 de abril de 1937, momento en el que se pasó voluntariamente a la retaguardia republicana, incorporándose a la Sanidad Militar. Tras la caída del Frente Norte astur-leonés fue detenido y condenado en un juicio sumarísmo a treinta años de prisión.  Pasó por el campo de concentración de San Marcos, por la Prisión Provincia de León y por la Prisión Central de Astorga.

Posteriormente,  fue sometido a un expediente de responsabilidades civiles incoado  el 14 de octubre de 1938 por la Comisión Provincial de Incautación de Bienes de León. El expediente quedó inconcluso. En 1939 pasó a la jurisdicción de responsabilidades políticas tras la promulgación de la Ley de ese mismo año. Nuevamente, quedó sin acciones y, finalmente, fue sobreseído debido al retraso en la tramitación y a la entrada en vigor de la Reforma de la Ley de Responsabilidades Políticas de 1942.