Tomás García Cerezal estaba afiliado a la UGT. En el año 1934 fue procesado por su participación en la Revolución de 1934, siendo indutaldo por el gobierno del Frente Popular en el año 1936. Cuando se produjo la sublevación militar, pasó a integrar la Guardia Roja para participar en la organización de la resistencia ante el avance de las tropas sublevadas. Cuando estas se hicieron con el control de Folgoso de la Ribera se pasó a la retaguardia republicana, enrolándose como miliciano en un batallón. Luchó en los frentes de Santander, Bilbao y Asturias. Una vez que se produjo la caída del Frente Norte astur-leonés, se entregó a las fuerzas sublevadas en La Vecilla el 27 de octubre de 1937. Fue sometido a un juicio sumarísimo y condenado a treinta años y un día de prisión. En el año 1942 su condena fue conmutada por la de ocho años y un día de prisión. Pasó por la Prisión Provincial de León y por la Prisión de Partido de Ponferrada.